El Reino Unido planea prohibir el acceso de mujeres transgénero a los lavabos femeninos y a las competiciones deportivas femeninas, según ha anunciado el gobierno británico. Esta medida forma parte de una nueva estrategia para proteger los espacios exclusivos para mujeres, argumentando que es necesario garantizar su seguridad y privacidad. La decisión ha generado un intenso debate entre grupos de derechos LGTBIQ+, que la consideran discriminatoria, y sectores conservadores, que la defienden como una forma de preservar los derechos de las mujeres biológicas.
La normativa, que aún debe ser debatida en el Parlamento, afectaría especialmente a las personas trans que no han completado su transición legal o médica. En el ámbito deportivo, se impediría la participación de mujeres trans en categorías femeninas, alegando posibles ventajas competitivas derivadas de su condición física previa. El gobierno británico ha señalado que estas medidas buscan equilibrar los derechos de todos los grupos, aunque organizaciones como Stonewall han criticado la iniciativa, tachándola de excluyente y contraria a los principios de igualdad.
Esta polémica se enmarca en un contexto global de discusión sobre los derechos de las personas trans, con posturas enfrentadas entre quienes defienden su inclusión plena y quienes abogan por límites basados en el sexo biológico. El Reino Unido, que ya había adoptado restricciones similares en otros ámbitos, consolida así una línea política que prioriza la diferenciación por sexo en espacios públicos y actividades reguladas.